Montevideo, 25 de junio de 2013
Compañeras y compañeros:
Sabemos todo lo que hicimos. Desde nuestros lugares y especificidades, desde nuestras sensibilidades, con nuestros pocos recursos y con los que conseguimos, con nuestros vocabularios, en nuestros pueblos, barrios, plazas y ferias. El trabajo sacrificado de semanas. El temor de no saber si lo lograríamos, sintiéndonos a veces en soledad porque quienes detentan mayor poder institucional, no todos aparecían para defender lo conquistado.
Lo sabemos bien todas y todos quienes integramos las organizaciones que durante muchos años bregamos para que los problemas cotidianos de la gente, nuestras preocupaciones y propuestas ingresaran a la agenda política. Las que teníamos claro lo que hubiese significado volver atrás y los costos que tendría en la vida y calidad de vida de las mujeres.
Quienes impulsaban la derogación de la ley, pretendieron avasallar y confundir con mensajes que se emitieron cien veces más que los nuestros, con un tiempo en radio y televisión que jamás hubiéramos podido contratar, usando mensajes engañosos y recurriendo a la intimidación y la culpa.
Pero hoy conocemos el final de este capítulo de la historia. Conocemos el número bajísimo de personas que apoyó la consulta para derogar la ley. Sólo fue el 8,88% del electorado. Hoy sentimos que nuestros reclamos y demandas tienen una amplia base social que los apoya.
Hoy con este resultado fortalecemos nuestras energías para continuar por el camino de consolidar servicios de aborto seguro en el marco de una atención integral en salud sexual y reproductiva para todas las mujeres y los hombres de todas las condiciones y en todo el país. Por lo tanto hoy tenemos el derecho a festejar.
Sabemos la alegría que tenemos y si bien el derecho a decidir no está aún consagrado cabalmente, vaya si hemos avanzado. Es una conquista, en primer lugar, de todo el movimiento social. Con ustedes, con quienes compartimos esta lucha, es con quienes queremos festejarlo.
A seguir compañeras y compañeros, que el horizonte sigue ahí, adelante.
Un abrazo fraterno,
Equipo de MYSU.