La sociedad debe reconocer y respetar los derechos humanos de todas las personas, sin estigmas ni discriminaciones. Se deben generar demandas ciudadanas para que todas las personas, en todo el país, tengan las garantías para ejercer los derechos sexuales y reproductivos.
Para hacer esto posible la sociedad debe:
- Superar mitos y tabúes que obstaculizan el pleno ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos.
- Fortalecer a las organizaciones sociales en su capacidad de incidencia y de control sobre el cumplimiento de leyes, políticas y servicios.
- Modificar conductas y comportamientos que violenten y vulneren a las personas por la identidad de género, la orientación sexual, las decisiones reproductivas o las formas de pareja o familia que constituyen.
- Minimizar las barreras de acceso a los servicios de SSR para personas con discapacidad y para quienes viven en condiciones de particular vulnerabilidad por razones de edad, sexo, clase social, nivel educativo, ubicación geográfica, etnia/raza, orientación sexual e identidad de género.
- Erradicar las formas abusivas del ejercicio de poder entre los géneros en todos los niveles de la sociedad.
Es fundamental para el control sobre el cumplimiento de las leyes, políticas y servicios en el campo de la salud sexual y reproductiva, potenciar el trabajo en red y los niveles de articulación entre diversos actores sociales. Esta es una de las líneas de trabajo en las que MYSU enfatiza desde sus inicios, en lo que respecta a promover acciones de incidencia social y articulación con diferentes actores y movimientos del área social.