MYSU, como integrante de VIA 8M, instancia de articulación de múltiples organizaciones convocantes a la Marcha, sumamos nuestra voz a la consigna.
Frente al avance fascista, lucha feminista.
El resurgimiento del fascismo en el mundo y de gobiernos de coaliciones de derecha ultraconservadora que, como en nuestro país, generan retrocesos, profundizan las brechas de desigualdad y habilitan discursos de odio, es preocupante. Estas fuerzas son negacionistas de la injusticia y violencia de género como dimensiones estructurales de las desigualdades y violencias que se profundizan cuando toman el control del aparato del Estado.
Uruguay, por decisión electoral, logró cambiar hacia un gobierno progresista que asume el compromiso de respetar los DDHH, procurar mayor justicia y reducir las desigualdades. Una ventana de oportunidad que permite impulsar avances sobre las demandas históricas que aún no han sido atendidas.
En este contexto, nacional e internacional, el movimiento feminista, en sus distintas expresiones, mantiene una lucha incansable, amplía sus fronteras hacia otros movimientos y actores sociales y políticos y brega, perseverantemente, por políticas significativas que coloquen la defensa de la equidad y los derechos de las mujeres, en toda su diversidad, como prioridad de las acciones de progreso y desarrollo.
Es necesario contar con un Estado más fuerte que aborde de manera integral, rigurosa y efectiva las alarmantes cifras de desigualdad de género, registradas en todos los ámbitos y niveles.
Desde MYSU queremos enfatizar, entre los desafíos que habrá que enfrentar, la situación de los derechos sexuales y reproductivos. Si bien Uruguay fue pionero en impulsar su reconocimiento y respeto, hace más de una década, ha quedado rezagado en relación a los avances que han logrado otros países y debe aggiornarse.
La autonomía reproductiva y el derecho a decidir tienen que estar garantizados para todas las mujeres y personas con capacidad de gestar asegurando la universalidad y acceso a servicios de calidad y a los recursos que permitan la posibilidad de elegir en libertad, sin discriminación y sin sufrir violencia o estigmatización.
El poder amar sin miedo, vivir la sexualidad sin estereotipos, convivir en el respeto a la diversidad de orientaciones sexuales, identidades y expresiones de género, poder ejercerlas sin sufrir odios ni discriminaciones y en igualdad de condiciones, son derechos que deben garantizarse con políticas de educación, salud, bienestar social y de desarrollo. Así el progreso del país tendrá en su centro a todas las personas, sin exclusiones y los avances que se registren abonarán a reducir, hasta erradicar, todas las formas de violencia, discriminación, injusticia y desigualdad persistentes.
Hay que superar las visiones más retrógradas que prevalecen en la sociedad y vencer los discursos misóginos, racistas, xenófobos, homolesbotransfóbicos o que desprecian a las personas por su condición o estatus socioeconómico.
Este 8 de marzo reafirmamos nuestro compromiso con la lucha feminista y seguiremos sumando nuestros esfuerzos a la construcción de una ciudadanía conciente de sus derechos y organizada para defenderlos.
Les convocamos a participar de la marcha, nos encontramos a las 16 horas en la Plaza Independencia donde se dará lectura de la proclama conjunta para iniciar el recorrido a las 18 horas finalizando en la explanada de la Universidad de la República.
Nuestra fuerza está en la calle y en la articulación de nuestras capacidades.
¡Somos la construcción de otro mundo posible!
¡Viva el 8 de marzo!
¡Viva la lucha feminista!