Mujer y Salud en Uruguay, presentó un documento titulado “Las urgencias del poder”. En la delegación de MYSU estuvieron presentes profesionales y activistas de las distintas áreas de la organización. Las exposiciones estuvieron a cargo de la directora ejecutiva Lilián Abracinskas, Santiago Puyol por el observatorio en salud sexual y reproductiva y Tamara Abracinskas como responsable del área jóven de MYSU y referente de Gozarte, grupo de jóvenes activistas por los derechos sexuales y reproductivos.
En la apertura, se hizo mención a los plazos por la urgente consideración y a las condiciones de aislamiento que impidieron poder comparecer como se hubiese deseado, representando el posicionamiento de cientos de organizaciones de la sociedad con las que MYSU trabaja articuladamente desde hace muchos años en la construcción y profundización de la vida democrática del Uruguay. De todas maneras, las intervenciones estuvieron sustentadas en documentos como la Plataforma ciudadana por la salud, la educación y los DSR acordada por organizaciones sociales de todo el país definida en Jornadas nacionales que se realizaron desde MYSU en conjunto con el PIT-CNT desde el año 2012 y que en la última de 2019, se actualizó para el periodo 2020-2024.
Se remarcó la inconveniencia del tratamiento en modalidad de urgente consideración dado que atenta contra un debate en profundidad, participativo y donde los distintos actores que conforman la vida política del país, puedan intervenir como corresponde. En este sentido, MYSU es una organización autónoma de todo partido político y gobierno y una de sus líneas de trabajo es el monitoreo de las políticas públicas y cumplimiento del Estado uruguayo a los compromisos asumidos en tratados y conferencias del sistema de Naciones Unidas. Esta tarea permite identificar avances, obstáculos y vacíos en las políticas públicas de forma tal de asegurarnos como ciudadanía de bregar por mejorar las condiciones que permitan el ejercicio pleno de los DDHH sin discriminación de ningún tipo.
La exposición continuó con el responsable del observatorio en salud sexual y reproductiva de MYSU, quien hizo un repaso de algunos artículos y capítulos de la ley en materia de seguridad, educación, y políticas sociales. En este sentido, se mencionó que la Reforma del Código Penal propuesta en la LUC no debería tener un tratamiento de exigencia de tiempos para una reforma que lleva muchos años en el debate parlamentario y que requiere acuerdos en la sociedad sobre la prioridad de los bienes a proteger, nuevos conceptos sobre conductas delictivas y un criterio ordenado de penas a imponer “Reafirmamos, como lo hicimos ante el intento de reforma del Código Penal a finales de 2014, que una norma de tal magnitud no puede reformarse sin dar debates públicos profundos y sin incorporar una perspectiva de derechos humanos, género y generaciones, además de contemplar las múltiples desigualdades sociales”. La argumentación, que hizo un recorrido por diferentes artículos, concluyó con la presentación de una inquietud de MYSU como organización de la sociedad civil ya que observan un debilitamiento de la participación de estos espacios en definición, implementación y monitoreo de políticas públicas en los distintos ámbitos que esta ley modifica.
La ponencia siguió con el posicionamiento del grupo Gozarte por los DSR y el área jóven de MYSU y se advirtió que la LUC supone un riesgo para los avances del sistema penal adolescente y contradice principios internacionales de derechos humanos, haciendo énfasis en datos presentados por UNICEF Uruguay. También se mencionó la preocupación por la criminalización de la protesta social y se destacó la falta de una mirada intergeneracional que incluya a las juventudes como sujetos de derechos “¿Cómo se consideró y se considerará la postura de las juventudes ante una reforma tan profunda y abarcativa de múltiples dimensiones de la vida social?”. ¿Dónde quedamos las mujeres y la población LGBTIQ+ con un poder ejecutivo que presenta una agenda “provida” y se autodenomina “defensor de derechos del no nacido”?.
Finalmente y en línea con el área de especialización de MYSu se dejó constancia de la preocupación sobre la absoluta falta de mención de la educación en sexualidad, la salud y los derechos sexuales y reproductivos que cuando se vulneran, como ya está demostrado, los impactos negativos son inmediatos en la vida de las personas y en las relaciones interpersonales. Los desafíos y dilemas del siglo XXI como los vinculados a población y desarrollo sustentable, desigualdades, inequidades, medio ambiente, bono demográfico, bono de género, envejecimiento, migración, sustentabilidad, corrupción, militarismo y desdemocratización (por citar algunos) no forman parte de las urgencias de este proyecto ni nos ubican a la altura de un país de avanzada.
Una hipótesis es que lo no dicho es lo que no se considera urgente. Otra lectura es que no sería prioridad para el actual gobierno y/o que no existe el consenso mínimo sobre estos asuntos entre los sectores que impulsan los cambios. Ninguna de las opciones genera certezas ni calma la sensación de profunda intranquilidad que tenemos.
Dejamos a disposición la intervención completa del equipo MYSU
El texto completo de análisis de la LUC «Las urgencias del poder»
