La imagen que tiene un partido político -o sus sectores mayoritarios- de la mujer y del hombre no pasa por la cantidad de políticas de género que define. Los textos programáticos están plagados de referencias sutiles a los roles de unas y otros, los valores que deben promoverse, y dentro de qué grupos se inscribe a las mujeres. Sobre esto se habló ayer en la sede de Cotidiano Mujer, en ocasión de la presentación de un análisis sobre los programas de gobierno de los dos partidos mayoritarios.
La investigación se inscribe en el marco del “proyecto de seguimiento electoral desde la perspectiva de género” que llevan adelante Cotidiano Mujer, el Área Política y Género del Instituto de Ciencia Política de la Facultad de Ciencias Sociales y el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (Unifem).
Estuvo a cargo de las investigadoras Niki Johnson, Verónica Pérez, Cecilia Rocha, Juliana Morales y Lucía Van Velthoven. Todas mujeres.
La misma distribución se observó ayer entre las asistentes a la presentación. En las cuatro mesas dispuestas en el salón había algunas caras conocidas, como las senadoras frenteamplistas Margarita Percovich (Vertiente Artiguista) y Mónica Xavier (Partido Socialista), y la directora del Instituto Nacional de las Mujeres, Carmen Beramendi, pero ni un solo hombre.
Johnson fue la encargada de presentar los resultados. Prácticamente cada conclusión que enunciaba disparaba comentarios de todo tipo. “Las de acá no escuchamos nada porque las senadoras joden y joden”, protestó una asistente, señalando la mesa donde estaban sentadas Percovich y Xavier. “La imagen del recambio generacional”, comentó otra, cuando se mostró la plataforma electoral del FA con los rostros de José Mujica y Danilo Astori.
“Mujica piensa igual, así que…”, deslizó otra después de la enésima crítica al candidato nacionalista Luis Alberto Lacalle. Algunas asistentes preguntaron a las frenteamplistas cómo habían logrado incluir ciertas cuestiones de género en el programa. “En general, como no le dan bola al tema, ni lo leen, pasa”, contestó una.
Singulares y plurales El análisis se centró en el programa frenteamplista aprobado en diciembre de 2008 por el Congreso Zelmar Michelini, y en el programa nacionalista fruto de la síntesis de las propuestas de Lacalle y de Jorge Larrañaga. “Son los dos partidos que están realmente disputando el acceso al gobierno”, justificó Johnson.
Apuntó, por otra parte, que el solo análisis de los programas “no da una idea cabal de lo que está pasando”, y que a ello debe agregarse un estudio de la propaganda política y de los discursos de los candidatos.
En el programa del Partido Nacional predominan los enunciados generales en materia de género.
Hay pocas políticas específicas, y las que se incluyen están dirigidas a las mujeres rurales y a las madres adolescentes.
La palabra “familia” tiene muchas más menciones que la palabra “mujer”, por ejemplo. “Centrar el desarrollo social en la familia como base de la sociedad” es uno de los postulados. Está también la idea de cambiarle el nombre al Ministerio de Desarrollo Social y llamarlo “Ministerio de Desarrollo Social y de la Familia”.
A diferencia del programa del FA, donde no aparece nunca, la palabra “madre” se incluye varias veces en el programa del PN, y siempre para reafirmar el rol tradicional de la mujer. Por ejemplo, uno de los objetivos es “promover el rol de la mujer como madre y primera educadora y transmisora de valores”. La idea de compartir roles entre hombres y mujeres está ausente.
Las mujeres se definen, además, como un sector “limitado en sus posibilidades de desarrollo”, y se las pone en el mismo grupo que a “los discriminados”, “los jóvenes”, “los afrodescendientes”, etcétera. A todos ellos se los separa del “común de los ciudadanos”, grupo que, según esta concepción, estaría integrado exclusivamente por hombres adultos, blancos y de clase media y alta. En otro pasaje, se equipara a las mujeres con los menores de edad y los adultos mayores.
En cuanto al programa del FA, Johnson destacó que hay “un cambio significativo” en relación con las elecciones de 2004 respecto de la incorporación de propuestas de género, aunque advirtió que en la traducción a la plataforma electoral “se pierde el 90%, si no todo”. Consideró que esto puede deberse a un intento del candidato de correrse hacia el centro para ganar electores.
Resaltó que la equidad de género aparece como “un principio rector” del programa de la coalición de izquierda, que éste se incorpora dentro de las orientaciones políticoideológicas y además aparece como un eje transversal. Por otra parte, el FA habla de “las familias en sus más diversos arreglos”, en contraposición a los nacionalistas, que utilizan reiteradamente el singular: “la familia”.
Johnson advirtió que resulta “bastante irónico” que se proponga la paridad en los cargos de representación política a la luz de la magra representación de mujeres en las listas en estas elecciones. Finalmente, celebró la incorporación de la despenalización del aborto en el programa. “Pero no aparece en la plataforma”, advirtió una asistente.
“El programa es la biblia”, se apresuró a contestar Margarita Percovich. ¦ Natalia Uval
Fuente: La Diaria