
ANTE LAS ALARMANTES DECLARACIONES DE REPRESENTANTES ELECTOS DE CABILDO ABIERTO
Estamos en alerta. Los dichos de los nuevos senadores y diputados electos, en sintonía con su líder carismático, se ubican no sólo como un partido militar, de pronunciamientos antidemocráticos y añorantes de los tiempos de la mano dura para imponer orden y seguridad, sino como los nuevos voceros de la agenda antigénero prometiendo erradicar toda norma que ha reconocido la libertad y la autonomía de las personas para decidir.
Explícitamente identificados como combatientes de la “ideología de género” muestran sin tapujos sus propuestas retrógradas, misóginas y opuestas al reconocimiento de las mujeres y las identidades de género como personas con derechos. Estas declaraciones retroceden el debate a más de 25 años y no están fundadas en ninguna de las evidencias relevadas en el seguimiento a la implementación de las leyes promulgadas en estos años de avance en el reconocimiento de derechos antes vulnerados.
Apelan a la tradición para reimponer los valores de un “orden natural” ineludible en el que los varones son varones y las mujeres, mujeres. Nada de diversidades ni de cuestionamientos a los mandatos rígidamente establecidos. Combate abierto y sanciones para quienes no lo acaten y negación de todas las violaciones, sufrimientos y abusos que dichas tradiciones han estructurado en la sociedad sexista y patriarcal en la que vivimos.
La familia que defienden es la del “sagrado hogar” al que creen que las mujeres DEBEMOS volver para atender a maridos, hijos, ancianos y enfermos. El hogar del que nunca debimos haber salido aunque nos maltraten, abusen, violenten, violen, castiguen y maten cuando les desobedecemos. NOS DESACATAMOS y vienen para ponernos en el lugar que nos corresponde. “Hoy hay mucha libertad” nos dicen e imponen que familia hay una sola y a quien no le guste, obedece o se atiene a las consecuencias.
La propiedad es el valor a defender en estas condiciones de inseguridad que han inflamado hasta el delirio. Mano dura, combate a la delincuencia, orden y castigo y si eso significa que deban volver los mismos militares que participaron del terrorismo de Estado, no importa. Tradición, familia y propiedad, no se discuten.
Uruguay es un país de avanzada en derechos, un faro progresista para toda la región. De los que más se ha esforzado por cumplir con los compromisos asumidos ante el sistema internacional de Derechos Humanos. Se ha puesto al día en la rendición de informes ante diversos Comités de Naciones Unidas y ha adoptado las recomendaciones para mejorar las garantías en el ejercicio de derechos, principalmente, para quienes se les había negado.
Sin embargo, nada está garantizado y retornan las intencionalidades oscuras de volver a un pasado de dominación que se pensaba superado, anunciando un futuro aterrador. Esa distopía relatada por Margareth Atwood en el Cuento de la Criada, no es ciencia ficción sino algunos de los fanáticos deseosos de instalarla ya están en el parlamento uruguayo.
Alertamos sobre los riesgos de estas acciones y la intención de estos actores con la publicación de la investigación sobre los grupos antigénero. También hemos señalado los avances generados por los servicios de salud sexual y reproductiva adoptados por el Sistema de Salud desenmascarando prejuicios y tabúes así como hemos elevado sugerencias para mejorar los servicios a decisores políticos (ver estudios e investigaciones). Desde las organizaciones sociales hemos impulsado esta agenda y, hoy más que nunca, estamos organizadas para defenderla porque los costos siempre los pagan quienes están viviendo en condiciones de mayor vulnerabilidad.
Firmá nuestra plataforma para que no se toquen nuestros derechos: Plataforma ciudadana por la salud, educación y derechos sexuales y reproductivos.