En este 28 de mayo, Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, desde MYSU y Gozarte entendemos fundamental visibilizarnos a través de una performance artística basada en la novela de Margaret Atwood “El cuento de la criada” popularizada en el año 2017 por la serie homónima.

En esa realidad distópica de la ficción de Atwood todos los mecanismos de dominación patriarcal hacia las mujeres, disidencias de género y diversidades sexuales, se restauran arrasando rápidamente los derechos conquistados en la lucha emancipatoria de los feminismos. Las mujeres vuelven a convertirse en objetos de explotación y control reproductivo al servicio de los intereses mezquinos y ambiciosos de hombres poderosos.

Cabe destacar que dicha intervención fue realizada con todas las medidas de seguridad pertinentes por la emergencia sanitaria del COVID-19.

¿Por qué esta intervención?

Cuando un gobierno se define “pro-vida” y defensor de los “derechos de los no-nacidos”, las mujeres y disidencias estamos en riesgo y el peligro de que nuestros derechos sean violados, es enorme.

Cuando ante la emergencia sanitaria por Coronavirus se determinan medidas de confinamiento familiar sin tener para nada en cuenta los niveles de violencia de género que impactan sobre niños, niñas, mujeres y disidencias, en esos ámbitos.

Cuando no se otorgan subsidios a las tareas de cuidado sabiendo la sobrecarga que siempre significó la doble y triple jornada de trabajo para las mujeres y que se vio agudizada por la pandemia.

Cuando las mujeres son las más afectadas por el desempleo representando el mayor porcentaje del trabajo informal y sin seguridad social pero las medidas adoptadas hasta la fecha para mitigar los impactos no tienen perspectiva de género ni buscan reducir las brechas de desigualdad, es fácil imaginar a quienes afecta más.

Cuando el personal de salud a cargo de cuidar y exponerse atendiendo a la población afectada por la pandemia, en su mayoría son mujeres, deberían tomarse medidas específicas para asegurar el bienestar de esas trabajadoras.

Cuando es de dominio público que en la explotación sexual de adolescentes y jóvenes están involucrados hombres vinculados al poder político, económico y jurídico, es evidente la vulneración constante a la que estamos expuestas.

¿Qué tan lejana queda entonces la distopía de Margaret Atwood viviendo en estas condiciones?

Por eso, decidimos realizar esta intervención artística en el Palacio Legislativo entendiendo que el cometido del parlamento es promulgar leyes y velar por su cumplimiento. Su responsabilidad es garantizar la calidad democrática en la República y ejercer su rol de contralor. Queda en sus manos la responsabilidad de que nuestros derechos ciudadanos sean respetados, incluidas las condiciones para el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos, el acceso a la atención integral de la salud y a bienes materiales y simbólicos que nos permitan ejercer nuestra autonomía y libertad en tanto personas con capacidad ética y moral de tomar nuestras propias decisiones.

Nuestras demandas este 28M

En este Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, en Uruguay demandamos el respeto irrestricto a nuestra condición de sujetos de derechos y ciudadanas plenas con capacidad ética y moral de tomar nuestras propias decisiones.

Volvemos a expresar la necesidad urgente de que el aborto, la anticoncepción y todo servicio relativo a la vida sexual y reproductiva de las personas sean declarados como esenciales y garantizados desde el Sistema Nacional Integrado de Salud, sin postergación ni restricciones.

El Estado uruguayo debe cumplir con los compromisos asumidos ante el sistema internacional de Naciones Unidas que lo ubican entre los países de avanzada en la región al respetar la laicidad de sus marcos normativos y políticos, el derecho de niños, niñas, adolescentes y jóvenes como población prioritaria en los esfuerzos para asegurar igualdad de oportunidades para su desarrollo, sin exclusiones. El acceso a la educación, incluida la educación sexual basada en evidencia, como parte fundamental de los procesos de socialización, que debe garantizarse en todas las etapas de la vida y niveles educativos. Avanzar sobre los logros alcanzados en el proceso de incorporar a la agenda de derechos a amplios sectores de la población históricamente vulnerados y relegados en sus derechos. Erradicar toda forma de violencia y discriminación incluida la basada en género.

¡¡CUERPOS LIBRES, ESTADOS LAICOS, DEMOCRACIAS PLENAS!!

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