En Uruguay, el libre acceso a los derechos sexuales y reproductivos para las mujeres aún no es terreno fácil. A pesar de las “leyes de avanzada” que tiene el país en relación con la región, existen grandes dificultades para que las mujeres accedan a servicios de calidad en salud sexual y reproductiva; el Estado y los profesionales de la salud eligen sobre sus cuerpos sin su consentimiento; y la relación desigual entre hombres y mujeres muchas veces les dificulta tener una sexualidad plena.
- Nombre: Mujer y Salud Uruguay (MYSU)
- País: Uruguay
- @MujerySaludUru
- Página de Facebook
- Una frase: Es preocupante la embestida de organizaciones y políticos parlamentarios anti-derechos, como la denominada bancada evangélica, porque no pierden oportunidad para hacer hostigamiento y persecución ideológica a las defensoras de los derechos humanos.
- Se define como: Organización no gubernamental, feminista, cuya misión es la promoción y defensa de la salud y los derechos sexuales y reproductivos desde una perspectiva de género y generaciones.
A MYSU le da vida lo multidisciplinario, activista y feminista. Está integrada por mujeres jóvenes del área de la salud, las ciencias sociales y la comunicación, bajo la dirección de Lilián Abracinskas, Licenciada en Ciencias Biológicas y experta en género, salud, y derechos sexuales y reproductivos (DSR).
Nació en 1996 como una articulación entre varias organizaciones de mujeres y personas para debatir y promover demandas en el campo de la salud y los DSR, dijeron sus integrantes a Distintas Latitudes. En ese mismo año, organizaron el Primer Encuentro Nacional sobre Salud de las Mujeres. Ya en el 2004, lograron constituirse como una asociación civil sin fines de lucro.
Su trabajo se ha concentrado en cuatro líneas:
Primero: difundir y promocionar los DSR a través de distintas plataformas y medios de comunicación. Segundo, impulsar el Observatorio Nacional en Género y Salud Reproductiva (una de sus creaciones más importantes), creado en el 2007 para monitorear la implementación de políticas públicas y la calidad de los servicios en estos temas en el país. Tercero, incidir políticamente en distintos espacios de participación con el Estado para la elaboración, planificación y evaluación de políticas de género. Cuarto, realizar capacitaciones de diversos actores, pero, principalmente a profesionales de la salud vinculados a los SSR.
MYSU se ha destacado en la histórica lucha por la legalización del aborto (legalizado en octubre de 2012, según la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo), y por llevar adelante la gestión no estatal del proyecto país “Hacia la inclusión social y el acceso universal a la prevención y atención integral en VIH/sida de las poblaciones más vulnerables en Uruguay”.
A través del Observatorio, han estudiado las percepciones y valores que tienen profesionales de los equipos de salud respecto al cumplimiento de la normativa uruguaya; y la implementación y funcionamiento de servicios de SSR (centros donde se brinda información y control sobre embarazo, enfermedades de transmisión sexual, aborto, entre otros) en diferentes departamentos de Uruguay.
Según sus integrantes, “es preocupante la embestida de organizaciones y políticos parlamentarios anti-derechos, como la denominada bancada evangélica”, porque “no pierden oportunidad para hacer hostigamiento y persecución ideológica a las defensoras de los derechos humanos”.
Para su funcionamiento, MYSU ha conseguido a lo largo de estos años financiación internacional de organismos abocados a la defensa de los derechos de las niñas, adolescentes y mujeres. Son los casos de Global Fund for Women, el Fondo de Población de Naciones Unidas, Médicos del mundo, International Women´s Health Coalition, entre otras. Sin embargo, explicaron que es en la búsqueda de financiamiento “que el activismo se vuelve, por momentos, cuesta arriba”.
En MYSU miden el impacto de su trabajo a través de la repercusión mediática que cada una de sus actividades o comunicados tienen. Si bien no brindan servicios públicos de atención, reciben a diario numerosas consultas sobre el funcionamiento de los servicios de aborto legal en Uruguay o para denunciar servicios de salud por violencia obstétrica.
Su trabajo y activismo ha sido clave en las últimas décadas para el logro de políticas públicas sobre género y SSR en Uruguay. A pesar de lo alcanzado, Mysu sigue dando la lucha para efectivizar y avanzar en los derechos de todas las mujeres.
Fuente: Distintas Latitudes