El Parlamento uruguayo comenzó a saldar una de las tantas deudas que tiene con las mujeres de este país, dando media sanción al proyecto de ley sobre la interrupción voluntaria del embarazo. Felicitamos la iniciativa de extender el plazo de funcionamiento de esta legislatura para dar tratamiento al tema porque las demoras de los tiempos políticos la siguen pagando miles de personas, particularmente aquellas mujeres que viven en condiciones de mayor vulnerabilidad. El circuito clandestino no puede ser el ámbito de una práctica sanitaria que debe estar regulada y garantizada por las autoridades correspondientes y ejercida por personas debidamente capacitadas que brinden la seguridades requeridas.
El debate sobre el cambio legal lleva el mismo tiempo que el proceso de reconstrucción democrática que iniciamos como sociedad en 1985. Desde el año 2002 la discusión ha sido sostenida y ha ocupado los titulares de los más diversos medios de comunicación, se han organizado cientos de actividades, talleres y mesas redondas a lo largo y ancho del país. Se han realizado infinidad de entrevistas confrontando las distintas posiciones, se han llevado adelante campañas mediáticas que han involucrado a la amplia mayoría de la ciudadanía que ha fijado posición favorable, como en muy pocos otros asuntos del debate público. ¿Qué mas se necesita? Sólo que se adecue la norma a la realidad y que tengamos un marco legal que permita la convivencia pacífica de la multiplicidad de sistema de valores y concepciones que cada persona tiene el derecho de tener con toda libertad. Lo que es pecado para algunas personas no puede seguir siendo ley para todas.
El Martes 27 de diciembre de 2011, el Parlamento uruguayo dio un gran paso en esta dirección.
MUJER Y SALUD EN URUGUAY.