En el marco del 28 de mayo, día de Acción por la Salud de las Mujeres, y como parte de las líneas de trabajo de MYSU en el campo de la salud y los derechos sexuales y reproductivos, este 26 de mayo, en la Sala UPAEP, se llevó a cabo el encuentro titulado “Por qué NO a la obligatoriedad de la mamografía. Mesa de Reflexión y Debate”. El mismo contó con la presencia de la Directora de MYSU, Lilián Abracinskas; la Dra. Jacqueline Ponzo, Presidenta de la Sociedad Uruguaya de Medicina Familiar y Comunitaria (SUMEFAC); el Dr. André Silva, Médico de Familia y Comunidad de la Sociedad Brasileña de Medicina Familiar y Comunitaria (SBMFC); y la Sra. Ana Rosengurtt, usuaria del sistema de salud que se niega a someterse a la mamografía obligatoria y que, por tal motivo, inició acciones legales contra el MSP.
Quien primero hizo uso de la palabra fue Abracinskas, que comenzó presentando a MYSU, explicando sus objetivos generales y sus campañas concretas. Luego abordó el tema salud desde la perspectiva de género. En tal sentido, alegó que “los cuerpos de las mujeres se han convertido en territorio de lucha de distintos poderes” y que la actitud de las mismas “es de obediencia ante el sistema de salud”. Afirmó que las políticas públicas para las mujeres parten de la idea de que éstas son incapaces de decidir correctamente qué es lo más conveniente para sus propios cuerpos, razón por la cual el Estado asume una postura paternalista en materia de prevención y salud.
Sobre la mamografía obligatoria, manifestó su postura contraria al decreto oficial de 2006 (ver: http://www.elderechodigital.com.uy/smu/legisla/D0600571.html), argumentando que las mujeres no son informadas sobre los riesgos que ello implica, además de que violenta el derecho a la autonomía de los usuarios de la salud, consagrado en la Ley Nº 18.335. Asimismo, sostuvo que no se puede confundir prevención con diagnostico precoz, y que Uruguay debe desarrollar otros mecanismos de prevención del cáncer de mama.
Finalmente, presentó a Ana Rossengurtt, a quien calificó como un ejemplo de ciudadanía informada, responsable y activa.
Rossengurt inició su exposición contando su historia personal: se le exigió se realizara una mamografía para poder acceder al carné de salud, a lo cual se negó. En febrero de 2012, solicitó formalmente al MSP ser exonerada de la mamografía, sin recibir respuesta hasta el momento, motivo por el cual ha demandado a dicho Ministerio. Actualmente el caso se encuentra ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo.
Luego fundamentó su postura:
- En el mundo, la mamografía es voluntaria, y antes de realizársela las mujeres deben firmar un consentimiento, previa información sobre los beneficios y riesgos de dicho práctica;
La mamografía no previene el cáncer de mama e implica una radiación que, a mujeres sanas, puede provocarles lo que se busca detectar; - El estado de los mamógrafos en Uruguay dista mucho de ser el ideal, pues mayormente no tienen mantenimiento ni cuentan con un buen soporte técnico;
- La obligatoriedad atenta contra la Declaración Universal sobre la Bioética y los Derechos Humanos de UNESCO de 2005, y en Uruguay, particularmente, viola la Ley Nº 18335, que garantiza la autonomía de los usuarios de servicios de salud y deja sin efecto toda normativa que se oponga a ella.
- Para finalizar, explicó que en el mundo hay avances científicos y tecnológicos en lo referido a la detección y prevención del cáncer de mama, los cuales son mayormente ignorados en Uruguay.
La Dra. Ponzo, por su parte, hizo hincapié en la necesidad de una visión integral y contextualizada de la atención médica, en la cual la prevención (en sus distintos niveles) debe ocupar un lugar prioritario. En tal sentido, afirmó que deben promoverse las técnicas más adecuadas para prevenir, pronosticar y “curar” cada enfermedad, cuestionando la mamografía obligatoria con técnica de cribado como práctica ideal para prevenir el cáncer de mama.
Por último, tomó la palabra el Dr. André Silva, quien recordó que la OMS recomienda la mamografía con técnica de cribado luego de los cincuenta años y cada dos o tres años. Tal recomendación, reveló, surge de que el exceso de radiación puede provocar cáncer y, a su vez, de que es alta la tasa de falsos positivos, lo cual lleva a sobrediagnosticos e intervenciones innecesarias que ponen en riesgo la salud de las pacientes.
Ya sobre el final de la jornada, el público presente tuvo la posibilidad de realizar preguntas al panel, de lo que surgió un rico intercambio de argumentos científicos y opiniones.
Visitá la sección dedicada a este tema: https://www.mysu.org.uy/-Campana-contra-la-obligatoriedad-